lunes, 21 de octubre de 2013

Noche en el Monasterio de Hornachuelos


  Hace cosa de un mes, arreglando el ordenador de David, vi unas fotos de una ruta que hicieron no hace mucho y que me llamaron la atención; se veía en ellas una especie de monasterio abandonado en medio de un paraje natural. Resultaba ser el seminario diocesano "Nuestra Señora de los Ángeles" y parecía, incluso de día, muy tenebroso.

  - Pues sería un punto pasar una noche en él- 
    Le dije a David.

 - Pues no creas que no lo había pensado... Cuando lo hacemos?-
    Me respondió.. 

  Dicho y hecho, empezamos a preparar la aventura; lo primero buscar incautos que nos acompañaran.

   David iba a preguntar a sus hermanos, que seguro que alguno se apuntaba; por mi parte pensé en mis compañeros Álvaro y Juan Antonio, que presumen de ser valientes pero que a la hora de la verdad no sabían ya que excusa buscar para no ir, así que los dejé a los dos abrazaditos con la caquita asomando por la madriguera.
(lo siento tios, pero tenía que escribirlo jajajaj)

    Otras opciones se fueron cayendo con el inevitable olor del miedo y por el camino se barajaban rocambolescas posibilidades como la de llevarse una ¡pistola! por si salía un fantasma, ¡pero si todos sabemos que los fantasmas mueren destrozándole el cerebro! ¿o eso era el hombre lobo?.. En fin , que no tenía yo muchas ganas de cargar a un tío que se hubiese pegado un tiro en un pie con los nervios, así que descartamos la idea.

  Ciertamente tiene una curiosa historia este Monasterio y no son pocos los que afirman haber visto o escuchado algo paranormal entre sus muros; sin ir más lejos el equipo de Cuarto Milenio pasó una noche allí grabando psicofonías:


He aqui una presentación del programa

   En internet se encuentran infinidad de supuestas pruebas de grabaciones y encuentros, he aquí algunas psicofonías que he encontrado en la web "Misterio en Granada":





   Y según cuentan las leyendas, no faltarían espíritus con ganas de pasearse entre sus paredes, ya que hay constancia de varias muertes extrañas en el Monasterio:



  El constructor de la impresionante Cruz que anuncia en lo alto de sendero la cercanía del monasterio, murió allí mismo, justo después de haberla finalizado.













 También hay leyendas de una mujer penitente que vivió durante ochos años en una pequeña cueva que hay en la ladera de la montaña, justo debajo del Monasterio y de difícil acceso. En la foto derecha se aprecia lo complicado de entrar en ella y en la de la izquierda se ve agua cayendo en la zona de las cuevas; este agua proviene de un estanque del propio Monasterio y seguramente tendrá origen en algún manantial natural.
   
Existen referencias antiguas de esta mujer penitente cuyo espíritu aseguran haber visto deambulando por el Monasterio.


   Otra historia es la del "salto del fraile"; se dice que tras una disputa por celos, un monje saltó al vacio desde una casa cercana al Monasterio que todavía conserva las paredes, como se puede apreciar en la foto.

   También existe la leyenda de la maldición que dice que si alguien compraba o reformaba el Monasterio, en la Montaña de los Ángeles llovería fuego; hay constancia de tres grandes incendios: en 1498 fué el primero, el segundo en 1543 y el último en 1655. Hablan de frailes que, huyendo de las llamas, se lanzaban al vacio.
  
    Dentro del Monasterio hay una zona donde se ve lo que parecen restos de antiguas construcciones y que quisieron conservar.


    Finalmente el Monasterio, que fue fundado por Fray Juan de la Puebla en 1490, se abandona totalmente en la década de 1970.

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     Antes de seguir, voy a colgar algo que tenía muchas ganas de hacer y aunque no ha sido como esperaba ya que no grabé vídeo,  al final he usado las fotos que hice para crear un trailer:

Algunas fotos están retocadas, pero todas son mías.

  Tras esta introducción volvemos a nuestra aventura.

    El final de casting para buscar valientes que nos acompañaran a la aventura fue sorprendente; Junto a los hermanos de David se nos sumaron dos pequeños personajes: Luis y David hijos, que con 8 años eran los más valientes del grupo.

  

  Llegó el día; un caluroso viernes 4 de octubre y ya oscureciendo salimos desde Sevilla dos coches llenos de aventureros con ganas de pasar miedo. El viaje se hizo corto hasta llegar a nuestro destino: el pequeño pueblo de Hornachuelos, ya en la provincia de Córdoba y a las puertas del Parque Natural del mismo nombre.

  Dejamos los coches justo al comienzo del sendero, junto a la torre de toma del embalse del Bembézar, y acercándose ya las agujas del reloj a la medianoche, empezamos la ruta de 4 km y medio hasta llegar al Monasterio.
  
  El sendero bordea el alargado embalse y es estrecho y con numerosos desniveles; lo mismo descendíamos casi a ras del agua como teníamos que subir a varios metros sobre el agua. La noche era cerrada y sin luna, por lo que teníamos que recurrir a las linternas para ver por donde seguir. A los niños se les hizo el camino un poco largo por el cansancio y porque al no ver nada alrededor, parecía que no se terminaba nunca nuestro caminar a lo desconocido.

   Ya casi derrotados por el sueño y el peso de las mochilas, llegamos a la fuente; un pequeño oasis en nuestra caminata donde pudimos refrescarnos con el agua fresca que brotaba de sus tres caños: Salud, Suerte y Amor.

   Un último esfuerzo y, dejando atrás el atisbo oscuro que era la gran Cruz, llegamos a la puerta del  Monasterio; hora ya de sacar la cámara de fotos. Con una noche tan cerrada eran inútiles los flases de las cámaras; menos mal que llevaba el estupendo foco de led que me consiguió mi compañero Juan Antonio. 

  De noche se veía muy tétrica la entrada del Monasterio.

  La cancela principal estaba cerrada con candado, así que bordeamos el Monasterio buscando otra entrada.


   Y llegamos a esta verja abierta invitándonos a entrar para que la oscuridad nos devore.

   Por fin encontramos una puerta que nos permitió entrar en el edificio y, todos juntos, llegamos al patio interior; un sitio ideal para montar las tiendas si no fuera por la cantidad de escombros que había. Después de discutir donde montar el campo base y descartar, para mi desgracia, hacerlo dentro del edificio buscando cualquier rincón despejado, decidimos acampar en el exterior, en una zona despejada con un suelo bastante regular, pero donde cupieron todas las tiendas. 

   Hora de la comida y el descanso y los niños ya dan señales de estar cansados. Hay un momento de indecisión de si entrar en el Monasterio con o sin los niños, de dejarlos solos en las tiendas o quedarse algún adulto con ellos, que si me da cosita entrar... Total, que aproveché el impasse para despistarme del grupo y entrar en el monasterio armado con mi cámara de fotos y el foco.. se me apetecía recorrer el edificio solo y enfrentarme a lo pudiera surgir de él.

      La entrada lateral del Monasterio                                           




                   La zona del jardín con una fuente.

Daba su cosa pasear entre esos árboles, solo y a oscuras.



      Estrechas escaleras oscuras      

     

                           
 Esta foto la hice en la capilla, donde se supone que hay más actividad paranormal 




Aquí se ve lo que parece la maquinaria del montacargas, cuyo hueco se puede ver en la foto derecha.



Daba un poco de miedo recorrer los aseos, conserva muchas puertas medio abiertas y tuve que abrirlas todas para comprobar que no había alguien o "algo" dentro.





Me lo pensé dos veces antes de pasar por esta puerta.






Rejas que parecen jaulas y escaleras para descender a oscuros sótanos.


Escalera..   ha-ha-ha-hay alguien ahí abajo?

Otra vez en los jardines, unos empinados escalones tallados en la roca me llevan a una oscura gruta y a un balcón tallado en la ladera de un abismo del que no se ve el fondo.


























   

   Después de mi paseo nocturno volví con el grupo y por fín decidimos volver a visitar el Monasterio, dejando a los niños dormidos en una de las tiendas. 
  
    Como era de esperar, esta segunda visita fue otra cosa; nos dividimos en dos grupos y nos dedicamos a asustarnos unos a otros, a escondernos para intentar dejar solo a algún despistado y cosas así.

   Hubo un momento glorioso cuando, a través de una pequeña puerta, llegamos al hueco donde supongo se alojaría una figura en medio del hoy inexistente retablo de la iglesia.


  Un integrante del grupo del que no diré el nombre pero llamaré en adelante con el nombre clave "Kiko" se empeñó en intentar hablar con los muertos. Nos metimos 6 o 7 tíos en el hueco ese y, después  de mucha insistencia por parte de Kiko, nos dimos todos las manitas ...

tios como trinquetes, con barbas, calvas y más de uno barriga cervecera.. todos cogidos de las manitas...
  Antes de ni siquiera invocar un triste espíritu empezamos con el cachondeo de que si era una mariconada, que si había fantasmas gays.. en fín, con la poca dignidad que nos quedaba nos soltamos las manitas y nos fuimos silbando  de allí... como quien no quiere la cosa.

   Después de recorrernos el Monasterio de arriba a abajo, nos fuimos a las 3 de la mañana o así a las tiendas y nos tomamos un café calentito aliñado con un buen chorreón de brandy antes de acostarnos; Tardé un poco en hacerme a los ronquidos de uno del grupo que parecía que ensayaba los rugidos de Godzilla, y terminé roncando yo mismo para no hacer el feo a los demás.

  
  Amaneció un luminoso sábado y seguíamos todos vivos, se ve que los fantasmas se fueron de marcha ese fin de semana.

   

 En esta foto se atisba una estupenda piscina devorada por la vegetación. Se cuidaban bien los frailes del Monasterio.



  Aprovechamos para recorrer de nuevo el Monasterio a la luz del día y bajar cual cabras por la ladera de la montaña buscando las grutas.




















Como ya comenté antes, el estanque del Monasterio derramaba sus aguas por la ladera de la montaña, justo donde se encuentran un par de grutas. Aprovechamos para refrescarnos del calor.



  Ya tocaba ir de vuelta, con el aliciente de ver los increíbles paisajes que nos perdimos en la ida y con ganas de repetir la ruta quizás por la otra orilla del embalse, donde veíamos a gente pasear esa soleada mañana.

  














   A partir de este punto grabé el track de vuelta, si alguien lo quiere usar se lo puede bajar de Wikiloc



     PULSA EN "WIKILOC" PARA RUTA COMPLETA Y DESCARGA DE TRACK


  He aquí algunas fotos del camino de vuelta:





















  Podemos ver la Gran Cruz a la luz del día, la fuente de agua de manantial que con algo de recelo terminamos por beber y alguno de los innumerables rincones con aire otoñal que íbamos recorriendo.















   Por fin llegamos a los coches, y digo "por fin" porque estábamos deseando llegar al pueblo y tomarnos unas cervezas y un plato de carne de venado que nos dieran fuerzas para volver a Sevilla.



  Ya para finalizar pongo una de las fotos que me han comentado que tiene algo extraño; yo, por mucho que la miro, no le veo nada.