domingo, 26 de junio de 2011

Reserva Natural del Castillo de las Guardas - Junio 2011




  Como casi todos los años, cuando termina el curso, llevamos a los niños a la Reserva Natural del Castillo de las Guardas. Para quien le gusten los animales, esta es una buena opción junto al Mundo Park Zoo de Guillena. Si bien este último es tipo zoológico para visitarlo andando, la Reserva es tipo "Safari", para recorrer en coche y dejar que los animales se acerquen e incluso puedas alimentarlos.




  Con los años, las instalaciones han ido creciendo y ahora existen tres espectáculos; una exhibición de aves presentado por el cetrero Santiago Campanario; un tipo muy particular que se ve que ama con pasión a las aves y la Naturaleza.




  Otra exhibición es la de los leones marinos; si la de las aves es más informativa, la de los leones marino es una exhibición divertida aprovechando las capacidades de estos animales.




  La última exhibición es la que se hace en el Fuerte del Oeste Americano que han construido a la entrada del complejo. En este caso no fuimos a verlo porque hacía un calor de muerte y estaba programado a las 14:00, hora de comer de los niños.


   Bueno, pues empecemos.

  El día elegido fue el viernes 24 de junio, puente del festivo Corpus Christi en Sevilla. El miércoles 22 fue la fiesta de fin de curso de los niños y, como nos han traido buenas notas, decidimos llevarlos a la Reserva como premio junto a mi sobrina Lorena. Pensaba yo que quizás hubiese gente en el parque por ser el dicho puente, pero resulta que hemos estado prácticamente solos, a excepción de un autobús con críos de algún colegio. Hemos podido recorrer la reserva un par de veces y pararnos todo lo que hemos querido por el camino. Además, los animales, acostumbrados de que le den comida desde los coches, nos han "acosado", ya que éramos los únicos con zanahorias.

  "Zanahorias" es la palabra clave para pasárselo bien visitando la Reserva. Para quién no haya ido antes, recomiendo comprar un par de kilos y cortarlas en tiras. En la Reserva venden cartuchitos con comida, pero sale mucho más económico si lo traes de casa.

  Íbamos con un poco de miedo por el calor que hace estos días, ya que se esperaba para el fín de semana una ola de calor de esas africanas mortales que hacen que los animales no salgan de la sombra de los árboles. Sin embargo, como llegamos justo a la hora de apertura del parque, no hacía demasiado calor.  El coche lo conduje yo todo el tiempo y en el asiento de copiloto iba mi mujer con mi hijo Luis de 6 añitos y atrás mi hija Ana de 10 y mi sobrina con 8 años. Al principio estaban muy dispuestos, pero cuando los bicharracos empezaron a meter la cabeza por las ventanillas, lo único que se escuchaba en toda la Reserva eran los gritos de mi mujer y los niños.


  
 


    A continuación, dejo que mi hija Ana relate la visita.

VISITA A LA RESERVA DEL CASTILLO DE LAS GUARDAS
24 de Junio de 2011

(Por Ana López de Rueda Laguna)



Al principio, todos estábamos nerviosísimos por entrar. Nada más entrar estaban los emúes y mi madre no paraba de chillar por que le entraban un mogollón por la ventana del coche para pedirle comida.





¡¡Socorro!! ¡¡Que nos come!!


  Cuando llegamos a las cebras y a los guanacos, el gracioso de mi padre ponía zanahorias en mi ventana para que entrasen y cada vez las ponía más y más cerca y yo no paraba de chillar.

  


Luisito con risa nerviosa

Los watussis eran algo asquerosos por que aparte de tener la lengua verde (puaj), las tenían rasposas y tenían unos cacho cuernos... que no arañaron el coche de milagro.
 


¡¡Nos babearon las manos!!


   Cuando dimos la 1º vuelta, porque dimos dos, a los tigres ni se les veían  porque estaban todos acostados (que flojos) pero a la segunda vuelta tuvimos más suerte y si los vimos (a unos poquillos pero los vimos).





  También vimos chimpancés y eran super listos, porque mi padre les tiraba un trozo de zanahoria, se caía al suelo, lo cogían y ¡Lo limpiaban antes de comérselo! A veces hasta lo cogía sin que se cayera al suelo. 

ERA EXTRAORDINARIO


Una mamá con su hijito escondido debajo de los brazos

 
Un monito pequeño que quería zanahorias


También había osos, dromedarios, antílopes eland, elefantes...


Mamá oso


 Osito gracioso


 Elefantito


Dromedario mamá e hijo


Orix


¡¡¡Orix hambriento!!!


  ¡También había rinocerontes, ciervos, avestruces y leones!



Rinoceronte blanco


Ciervos bañándose
 No conseguimos que comieran de la mano, aunque uno casi se acercó al coche



Avestruces asesinas





  Lo que no me gustó mucho fueron los hipopótamos, porque ni se movieron y era un super rollo.


¡Hipopótamos FLOJOS!



   Había un jardín para los peques y allí unas cuantas cabras querían a mi hermano y nos perseguían. También había emúes allí, y uno nos intentó quitar la bolsa de zanahorias (tendría hambre). Había un emú suelto pero escuridizo, porque le quería dar una zanahoria, pero piunnnn se fue corriendo (cobarde).



Cabras a mogollones


¡¡Emú cobarde!!


Loros parlanchines


Liebre de la Patagonia


     La exhibición de aves estuvo muy chula y mi madre salió de voluntaria, pero estaba un poco asustada.



   Al final de la exhibición nos dejaron coger a las aves a Lorena, a mi hermano y a mí.



Yo con un aguilucho


Lorena y el aguilucho otra vez



Luisito y un buitre pequeño



     Había unos trenes para hacer la ruta, pero no lo cogimos porque es más divertido ir en coche.





    La exhibición de los leones marinos me encantó. La representaron dos leones marinos: Maya y Vilma


Maya avergonzada


Vilma haciendo equilibrio


 Vilma cogiendo peces de la boca de su entrenador



Y el gran final: Lore, mi hermano y yo cogiendo una serpiente:



FIN



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