PULSA "WIKILOC" PARA RUTA COMPLETA Y DESCARGA DE TRACK
PULSA SOBRE LA FOTOGRAFÍA PARA VER LA GALERÍA COMPLETA
Unifico todos los tracks de mis andanzas por los alrededores del camping de Alcalá de los Gazules y la búsqueda de los antiguos molinos de agua que bordean el Río del Montero. Estos molinos y el pan del que ellos se producía, dan nombre a la zona: Patrite, que viene de Patriste - Pan Triste, y que no se realmente si se llama así por el nombre de la venta que hay junto al camping, o es la venta la que cogió prestado el nombre de la zona.
Aprovecho para decir que la venta es un sitio estupendo para comer, con productos propios de su granja; muy aconsejable sus tagarninas rellenas de temporada: un espectáculo para la boca. Otra opción casi más interesante es coger uno mismo las tagarninas, que abundan justo alrededor de la venta, o espárragos trigueros, que abundan si nos metemos un poco en la "Ruta de los Molinos", comprar unos huevos recien puestos en la propia venta, y hacer un revuelto. En el siguiente link dejo una receta con esos productos:
"Revuelto de Tagarninas y Espárragos trigueros"
El Río del Montero es un afluente del Rocinejo, que desemboca en el embalse de Barbate. Al llegar a la zona de Patrite es atravesado por la Cañada Real del Puerto de las Palomas por un puente; este es el punto de origen de mi proyecto de recorrer los márgenes del Río del Montero hasta el último molino de la ruta: el Molino de la Pasada De Cantos.
La "Ruta de los Molinos", catalogada como tal, señalizada y gestionada por la Junta de Andalucía (link). Es un sendero que sigue una vía pecuaria, "Vereda Patriste" y que antaño fué muy transitada por personas y bestias de carga comunicando Alcalá de los Gazules con Jimena de la Frontera.
COMIENZO DE LA RUTA
Curiosamente, en la Ruta de los Molinos actual, no se pisa ni un solo molino, y de hecho casi ni se ven; solo estando muy atentos y sabiendo su localización, se pueden divisar a lo lejos.
Que yo sepa existían 9 molinos; de los que quedan restos, por lo menos, de algunos de ellos. Sus nombres son:
- Molino Nuevo.
- Molino del Halcón.
- Molino de Cárdenas.
- Molino del Acebuchal.
- Molino del Nogal.
- Molino del Olivar.
- Molino de Castro de Abajo.
- Molino de Castro de Arriba.
- Molino de la Pasada de Cantos.
De los que he podido encontrar y visitar, quizás el que mejor se conserva es el de Pasada de Cantos; para llegar a él hay que terminar la ruta, cruzar una cancela para entrar en una propiedad privada (Ojo!) y cruzar el Río del Montero, que como lleve agua, es toda una aventura si llevas niños pequeños, perro y todo incluido, que me lo pregunten a mi que lo hice en dos ocasiones. Si bien merece la pena porque se conserva medianamente bien, hay que extremar las precauciones porque es un edificio abandonado y con peligro de derrumbe.
El propio recorrido de la ruta es fácil de llevar y nada exigente, el camino está tallado en la roca en muchos de los tramos y es relativamente corta para ir con niños, unos 7 kilómetros.
Otra película muy distinta es salir de la ruta e intentar recorrer los márgenes del río; aparte de encontrarte con mil alambradas, es una auténtica selva casi intransitable donde hay que vadear el río más de una vez para poder avanzar.
Es muy gratificante perderse en esa espesura y encontrarte, casi mimetizada con la vegetación, alguno de los restos de los molinos.
Cerca de los restos del molino de Castro Arriba hay un pequeño cerro con una pared cortada en la roca donde anidan algunos de los buitres que abundan por la zona; en la fotografía de abajo se aprecia un buitre en una de las oquedades.
Según se ve el track, me falta recorrer la parte del río que lleva desde este cerro hasta el último molino; es quizás la parte más compleja y mi intención es intentarlo pronto y poder dar por terminada mi exploración de la ruta de los molinos versión cabra montesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario